domingo, 15 de junio de 2014

El largo viaje de los patitos de goma (70/80)

El naufragio de un cargamento de patitos de goma y sus rutas a la deriva ayudaron en la investigación de las corrientes marinas.


En 1992, un buque perdió en el Pacífico 29.000 patitos, tortugas, castores y ranas para jugar en la bañera. El oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer les ha seguido la pista por el Polo Norte y el Atlántico, y asegura que algunos llegarán a España. Gracias a él hoy se conocen mejor las corrientes oceánica.

















Como todas las buenas historias, ésta comienza en una furiosa noche de tormenta. En enero de 1992, un buque de carga que había zarpado de Hong Kong rumbo a América se averió en medio del Océano Pacífico, cerca de la línea internacional de cambio de fecha, donde se separan los hemisferios occidental y oriental. Por culpa de los violentos balanceos del barco, algunos de los contenedores se desprendieron de sus amarras y cayeron al agua. Uno de ellos se abrió vertiendo su cargamento: 29.000 juguetes de plástico para la bañera
(David Adam, The Guardian)






















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