Islandia, tierra de fuego y hielo. Isla de ceniza, de paisajes lunares, volcanes, campos de lava, auroras boreales, géiseres, glaciares, cascadas, ríos y valles. Naturaleza en estado puro. Aquí van 18 lugares míticos que no te puedes perder en la isla. Varios de ellos los visitaremos en la expedición Groenlandia+Islandia que organizamos junto a nuestro experto,Paco Nadal. Salida el 7 de julio. ¡Últimas plazas!
La isla en la que Julio Verne imaginó el centro de la Tierra es tan descomunal a la vista que cualquier cosa que se escriba sobre ella no hace justicia a su belleza. Por este motivo, hoy mandamos 18 postales desde Islandia, un lugar que no es de este planeta.
(Información de la CADENA SER)
1. Geysir y Strokkur
Uno de los fenómenos naturales más sorprendentes de Islandia son los geiseres. En el valle de Haukaldur, no muy lejos de Reykjavik, se encuentran el Gran Geysir y el Strokkur, dos de los chorros de agua más populares de la isla. El primero, que escupía agua hasta 80 m de altura, no erupciona desde los años 50 ya que su agujero quedó taponado por las piedras y objetos arrojados por los turistas; el segundo es ahora el que atrae todos los focos de atención, escupiendo una columna de agua caliente de unos 30 metros cada diez minutos.
2. Þingvellir (Thingvellir)
No existe un lugar con más historia que Þingvellir (literalmente, el valle del parlamento). El lugar donde se estableció en el año 930 el Alþing, una de las instituciones parlamentarias más antiguas del mundo, celebró allí sus sesiones hasta 1799. Desde 1928 es un espacio protegido en Islandia y desde el 2004 es uno de los dos lugares Patrimonio de la UNESCO con los que cuenta la isla helada.
3. Lago Mývatn
El cuarto lago en tamaño de la isla es, sin embargo, el de mayor valor paisajístico y geológico del país. Conocido como el “lago de las moscas enanas”, por las nubes que forman estos insectos voladores en verano, el Mývatn está rodeado de cráteres, pseudocráteres, fumarolas y otras maravillas muy apreciadas por los vulcanólogos.
4. Ballenas
Islandia es país ballenero por tradición. El país nórdico es el hábitat de 23 tipos de ballenas diferentes que se concentran fundamentalmente en la costa septentrional del país. No obstante, el pueblo pesquero de Húsavik es el mejor punto de partida para hacer una excursión en barco en busca del mastodóntico mamífero marino. Esta zona cuenta con varias especies, las hay jorobadas, de Minke, azules, de aleta, cachalotes, orcas, etc. La mejor época para avistarlas es de mayo a septiembre.
5. Jökulsárlón
Formada en la década de los 30 por el deshielo del Vatnajökull, el gran glaciar de Islandia, Jökursárlon es uno de los lugares de mayor belleza del país. La impresionante laguna helada se alimenta de los grandes bloques de hielo que se desprenden de Breiðamerkurjökull, una de las grandes lenguas del todopoderoso Vatnajökull. Jökursárlon es la sensación más parecida a estar en la Antártida sin salir de Europa, focas incluidas.
6. Gullfoss
La ‘Cascada Dorada’ es el salto de agua más importante del país. Situada en el gran cañón del caudaloso río Hitva, Gulfoss cuenta con una caída de 32 metros, dividida en dos cataratas de 11 y 21 metros. Junto con Þingvellir y los géisers de Haukadalur, Gullfoss forma parte del Círculo Dorado, una de las rutas turísticas más populares en Islandia.
7. Reykjavík
Fundada a finales del siglo IX por vikingos llegados de Noruega, la “bahía humeante”, traducción literal de su nombre, es una ciudad moderna, cosmopolita y que mira al futuro con el mismo optimismo que desprenden sus casas coloreadas. La capital más septentrional de Europa tiene mucho que ofrecer: cine, literatura, naturaleza, museos, música y una vida nocturna cuya fama ha traspasado fronteras. La famosa ‘runtur’ está cerca de convertirse en patrimonio islandés.
8. Blue Lagoon
En plena península de Reykjanes, a 39 kilómetros de Reykjavik y a tan sólo 13 del aeropuerto internacional de Keflavík, se localiza este sorprendente balneario de aguas geotermales surgido en medio de un extenso campo de lava. Más conocido por su nombre en inglés, la Bláa lónið o laguna azul recibe este nombre por el tono turquesa de unas aguas que están a una temperatura media de 37 grados. Una experiencia más que obligada.
9. Landmannalaugar
Desviándose de la carretera 1 hacia las tierras altas del interior de la isla se llega a este pequeño área perteneciente a la reserva natural de Fjallabak, un auténtico paraíso para los amantes del senderismo y las caminatas. Landmannalaugar es Islandia en estado puro. Una región moldeada por la incesante actividad volcánica, repleta de campos de lava y con una paleta de variados tonos que colorean las montañas, valles, ríos y lagos, configurando un paisaje que quita el hipo.
10. Bacalao
Islandia le debe mucho a las límpidas aguas que rodean el país, un regalo de la naturaleza que lleva asociados otros tesoros. Entre ellos, el del bacalao. Su frescura y grosor no son producto del azar. En las aguas islandesas se encuentran los caladeros más ricos del Atlántico Norte e Islandia es uno de sus principales productores (a pesar de que en la isla solo se consume el 1,1% del total pescado). Una estampa muy familiar del país nórdico son los secaderos artesanales de bacalao como el de la imagen.
11. Svartifoss
Dentro del Parque Nacional de Skaftafell, el más grande de Islandia, se encuentra una pequeña cascada que, aunque de lejos no impresiona en absoluto, se trata de uno de los fenómenos naturales más curiosos que ofrece el país. Svartifoss, o la ‘Cascada Negra’, se compone de centenares de columnas basálticas hexagonales que han sido esculpidas por la madre naturaleza con una asombrosa perfección. Científicamente, éste fenómeno se debe a un proceso de cristalización sumamente lento de la lava que brotaba en estas tierras años atrás.
12. Askja
Situado en la remota región de Norðurland Eystra, en las tierras altas del interior de Islandia, el Askja es el más grande de los cráteres que componen la caldera volcánica de Dyngjufjöl. Accesible en todo terreno en solo ciertas épocas del año, este volcán se enmarca en un entorno “extraterrestre” de montañas que superan los 1.500 metros y lagos de cráter. Precisamente, junto al lago del Askja, se encuentra otro más pequeño perteneciente al volcán Viti, en el que es posible bañarse.
13. Flatey
De las más de cuarenta islas e islotes que se concentran en el gran fiordo de Breiðafjörður, al noroeste del país, Flatey es la más grande. No obstante, tan solo mide dos kilómetros de largo por uno de ancho. En los meses de invierno, la población permanente de la isla es de cinco habitantes. Un lugar perfecto para experimentar la sensación de aislamiento que tienen algunos lugares de Islandia.
14. Puffins
Uno de los símbolos nacionales es el Puffin. Esta curiosa ave, más conocida en nuestro país como frailecillo, es propio de zonas árticas y subárticas y ha encontrado en Islandia un paraíso donde campar a sus anchas. Para observar la mayor colonia de puffins de Europa es conveniente acercarse a los acantilados del cabo Látrabjarg, en la península de Vestfirðir el punto más occidental de la isla
15. Vatnajökull
La gran mancha blanca que se aprecia al observar cualquier mapa de Islandia es el Vatnajökull. El gran glaciar de la isla, a pesar de encontrarse en recesión por el problema del calentamiento global, ocupa una superficie de 8190 km2 y es el mayor nevero del continente en volumen (con un espesor medio de 400 metros). Calzarse unos crampones y realizar una excursión sobre el hielo es otra de esas experiencias islandesas que uno se lleva para siempre
16. Parque Nacional de Þórsmörk
Bautizado así en honor a Thor, el dios del Trueno, el parque nacional de Þórsmörk (Thorsmork), es una de las zonas más populares para la práctica del senderismo. Esta hermosa reserva boscosa se encuentra en un marco natural impresionante, rodeada de escarpadas montañas y glaciares, y con caudalosos ríos y cascadas. El verano es la única época del año en la que se puede acceder hasta esta remota región, para ello lo mejor es partir en todoterreno desde Hvolsvöllur.
17. Breiðavík
Breiðavík es otro de esos retiros espirituales con los que Islandia obsequia a sus visitantes. Situado a escasos kilómetros del cabo Látrabjarg, el mejor punto de observación de puffins, observar la inmensidad del Atlántico desde su playa puede ser una de las mejores formas de experimentar el aislamiento y la intimidad de la isla. La Breidavikurkirkja, la desolada iglesia de 1960, es uno de los templos cristianos más remotos del planeta.
18. Surtsey
El 14 de noviembre de 1963, se produjo uno de los hechos más alucinantes que hayan acontecido en Islandia en los últimos tiempos. Esa mañana, un grupo de pescadores avistaron humo negro saliendo del mar; por la tarde se observaba ya una porción de lava endurecida sobresaliendo de la superficie marítima. Finalmente, a la mañana siguiente había emergido Surtsey, una pequeña isla volcánica a 32 kilómetros de la costa meridional islandesa que presume de ser uno de los dos lugares Patrimonio de la Humanidad con que cuenta el país.